La transformación digital reduce los riesgos de seguridad
La transformación digital está cambiando la forma en que se gestiona la protección de los trabajadores en el entorno laboral. El uso de la tecnología para mejorar los procesos comerciales, la cultura de la empresa y las experiencias de los clientes, se ha extendido al ámbito de la seguridad, reduciendo los riesgos, mejorando la productividad y agilizando los procesos y tareas administrativas que consumen mucho tiempo; de manera tangencial, proporciona los datos y el conocimiento necesarios para que los contratistas generales tomen decisiones más estratégicas sobre su negocio y sobre el rumbo de los proyectos al interior de la organización.
Si bien la seguridad siempre ha sido la máxima prioridad en las empresas, a menudo se compartimenta. Es común ver al HSE realizar inspecciones y auditorías de rutina para identificar y abordar los riesgos potenciales y observar a los trabajadores para asegurarse de que estén siguiendo los protocolos impuestos. La seguridad es tarea de todos y requiere aprendizaje y colaboración continuos.
En este sentido, la transformación digital puede ayudar solo si las prácticas de seguridad ya no son un lastre para la productividad y si a su vez permiten que todos en el lugar de trabajo desempeñen un papel más activo para garantizarla. Con su uso, no se elimina la necesidad de un HSE, aunque si puede reducir la carga de trabajo general, facilitando la priorización y el seguimiento de las pautas establecidas, lo que reduce aún más los riesgos y aumenta la productividad en el mediano y corto plazo.
Cuatro obstáculos que frenan la transformación digital
Los beneficios de la transformación digital se han demostrado en muchas industrias. La proliferación de nuevas tecnologías, así como el aumento de soluciones innovadoras tales como aplicaciones digitales, plataformas de gestión, realidad virtual, robots, sensores y drones contribuyen a la creación de un lugar de trabajo conectado. Sin embargo, no todas las nuevas tecnologías conducen a la transformación de una empresa, estos son algunos de los obstáculos más comunes que pueden darse en el proceso y una propuesta sobre cómo abordarlos.
1. La cultura. La transformación digital no se trata solo del uso de la tecnología. Su éxito depende de un cambio cultural en la empresa, liderado por el director general o propietario y aceptado por toda la organización, incluidos los colaboradores internos y los subcontratistas. Cuando se lidera una transformación incluyente, en la que todos participen, teniendo como énfasis el mejoramiento de la seguridad, las probabilidades de éxito de este proceso aumentan de manera vertiginosa.
2. Falta de estrategia. Cualquier inversión en tecnología debe corresponder con los objetivos más amplios de la empresa. La mayoría de los contratistas adquieren software especializado para resolver problemas particulares, específicos y puntuales. El resultado es una gran cartera de soluciones que no se comunican entre sí, no comparten datos ni se duplican de manera recíproca. Esto genera más trabajo, aumenta los costos y va en contravía de los beneficios que promete la transformación digital. Es necesario diseñar un plan de TI basado en una plataforma digital que agrupe las diferentes soluciones implementadas y elimine la duplicación, de modo que no se adquieran aplicaciones o herramientas que no sean compatibles con el plan o visión de negocio.
3. Costo. Junto con el costo inicial de la tecnología, también se deben tener en cuenta los costos ocultos, incluida la capacitación de los empleados y el mantenimiento continuo de las soluciones implementadas. Antes de comprar, averigüe si tendrá que contratar personal adicional o agregar más trabajo a sus recursos de TI. Al determinar el costo real, también debe analizar los ahorros obtenidos a través de procesos más eficientes, mayor productividad y menos riesgos, todo lo cual se traducirá en proyectos de empresas más rentables y eficientes frente a la estrategia general de la organización.
4. Facilidad de uso. Si bien todos los proveedores de tecnología promocionan la facilidad de uso, los empleados deben poder dominar con rapidez la solución y realmente disfrutar de su aplicación. Si los trabajadores la encuentran demasiado compleja, la dejarán de lado y evitarán utilizarla; si la gerencia no ve un ROI inmediato la abandonará. El estándar debe ser "usable por el consumidor", no como aplicaciones empresariales complejas de back-office que requieren semanas de capacitación. La facilidad de uso significa que se obtendrá valor más rápido.
Fuente: https://safetyworkla.com
